Primeros días

   El Colegio Caja Granada no es un centro desconocido para mí, mis anteriores prácticas las realicé en el mismo lugar y fue gracias a la gran experiencia que me llevé en mi estancia allí, que este curso tenía claro que quería volver.

Curso 2019-2020

   Las prácticas anteriores las realicé con 4º de Primaria, por lo que este curso tenía pensado cambiar de ciclo para vivir un ambiente totalmente distinto: nuevos perfiles del alumnado, nuevas necesidades, nuevas pedagogías, nuevos retos, etc. El resultado fue 2º de Primaria, un curso lleno de pequeños adaptándose aun al sistema educativo, a madrugar, a tener deberes, a ser calificados, a aprender cada día algo nuevo.

   Mi primer pensamiento al ser elegido para 2º fue pensar en el año anterior, en aquel 4º curso del que todo el mundo hablaba maravillas, que trabajaban dentro y fuera del colegio, que se ayudaban entre ellos, que sabían respetar a sus propios compañeros, a los docentes y al centro, que actuaban de forma más que ejemplar. En 2º debe ser algo más caótico, son más pequeños, va a ser una pequeña selva, seguro que me divierto, pensaba antes de entrar a una silenciosa clase con 20 alumnos y que habían estado más de 10 minutos solos sin su profesora que había venido a recogerme. Pronto me fui dando cuenta de que el factor pedagógico predominante en ese aula era la disciplina: murales donde se exponía el comportamiento semanal de cada alumno, listados de normas a seguir en el aula, posters en inglés que indicaban como pedir a la maestra ir al baño o beber agua, fichas de colores que se otorgan a los alumnos según su comportamiento, un semáforo que indica si se puede ir al cuarto de baño o no, etc.


   Sorprendentemente todos aquellos alumnos y alumnas de no más de 8 años se comportaban de forma silenciosa, podría decirse que es la clase con la que cualquier maestro sueña, pero... ¿merece verdaderamente la pena?, ¿es todo tan bueno como parece?, ¿y cuándo viene una maestra o maestro distinto, se comportan igual?

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