Metodologías educativas

  Cuando hablamos de metodologías en el aula, aún hoy en día siguen predominando las clases magistrales y el papel del libro académico como fundamental. Recuerdo haberme formado con dicha metodología en mi infancia y en parte sigo encontrándola hoy en mis prácticas.

  A cada asignatura le corresponde un material de texto obligatorio, en el cual encuentran las actividades a realizar y la consecución de contenidos. Este hecho se repite en todas las asignaturas a excepción de Educación Física que es totalmente práctica. Aparte del libro, en ciertas asignaturas como Lengua y Matemáticas, hacen uso de libretas donde realizan apuntes y actividades complementarias.

Clase magistral

  Por otro lado las clases suelen ser en gran medida de corte magistral, es decir, la docente comienza con una breve introducción teórica, manda las actividades que deben realizar los alumnos y finaliza con la corrección individual de cada uno.

  Pese a no haber cambiado en rasgos generales desde cuando yo tenía sus edades, es cierto que se nota el paso del tiempo en aspectos tecnológicos y ciertas dinámicas que van en busca del trabajo cooperativo, los hábitos saludables y la investigación.

  Los alumnos se encuentran divididos y sentados respectivamente en 4 equipos con el fin de favorecer el trabajo grupal. El uso de elementos audiovisuales es más común, tanto para complementar explicaciones teóricas (visualizando por ejemplo vídeos de la llegada a la Luna para complementar tal contenido), como para realizar actividades.

  Recuerdo que en mis anteriores prácticas, una compañera hablaba de su centro y de la metodología que llevaban a cabo. Era distinta a la vista generalmente en las aulas. Consistía en las denominadas aulas invertidas o flipped classrom. En el siguiente vídeo se explica resumidamente en que consiste tal metodología.

  Sin duda es una metodología curiosa y que da una visión alternativa de cómo podría llevarse a cabo la educación formal. Sus resultados son positivos, permitiendo una mayor atención y detección individual a las problemáticas o dudas que presenten los alumnos en el aula.

Clase invertida

  Solo hay un pequeño problema y es que se da por hecho que todos los alumnos tienen acceso al material teórico online, suponiendo que poseen Internet en sus domicilios y dispositivos donde reproducirlos. Mi compañera solventaba tal problemática justificando que el centro en el que se estaba poniendo en práctica tal metodología era categorizado como un centro privado y elitista, por lo que estaba asegurado que la totalidad del alumnado tenia acceso al contenido teórico en sus casas.

  El problema es generalizar tal metodología y querer ponerla en práctica en contextos donde las situaciones socioeconómicas no son las más favorables, por tanto no se tiene tan en cuenta esa brecha digital que existe aún en nuestra sociedad. También se ha de tener en cuenta, como afirma Jordi Martí (2015), que no deja consistir meramente en obligar a llevar la educación a casa, sumando a las 5 o 6 horas matutinas obligatorias de asistencia a clase, otras cuantas horas más de obligado cumplimiento en el hogar.

  También se debe considerar que tal metodología requiere un estatus económico más común en centros privados que públicos, por tanto no deja de ser una metodología neoliberal que en mi caso desentona con mis ideales de política educativa, más encaminadas a una educación de corte crítica propia de Paulo Freire, progresista de John Dewey y humanista definida por Aguirre (2000) como la tendencia de pensamiento que afirme el valor, la dignidad del ser humano, que muestre interés primario por la vida y la posición del ser humano en el mundo.